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En el enfoque tradicional estábamos acostumbrados a definir primero el alcance del proyecto para entonces planificar su duración y costo. Ambos se definían justamente en función del alcance acordado, y si era necesario hacer algún ajuste en tiempo o costo, éste tenía impacto directo en el alcance.
En cambio, en el enfoque ágil, se pueden fijar costo y duración. El alcance varía en función de la entrega de valor a los beneficiarios en cada iteración o sprint, teniendo presente el resultado final del proyecto que se visualizó al inicio.
Que el alcance sea “variable” no quiere decir que hoy queremos un resultado del proyecto y mañana otro diferente. Significa que conforme vamos generando valor en cada sprint, se revisa si lo obtenido nos permitirá lograr los beneficios esperados del proyecto dentro de las restricciones de tiempo y costo.
Por ejemplo, imaginen que estamos desarrollando los manuales de procedimientos de un nuevo sistema de justicia penal (un proyecto que genera conocimiento). ¿Están de acuerdo que en este tipo de proyecto podríamos seguir agregando figuras, ejemplos, referencias, actividades… “indefinidamente”?, pero tal vez no sea necesario llegar a tanto nivel de detalle para poder entregar a los beneficiarios los resultados esperados, así que fijamos una fecha de entrega y un presupuesto. Es decir, fijamos el tiempo y el costo.
El Manifiesto Ágil
Este manifiesto se creó durante una reunión de desarrolladores y expertos en metodología de software convocados por Kent Beck para tratar sobre nuevas técnicas y procesos de desarrollo.
En esta reunión llevada a cabo en Febrero de 2001, se acuñó el término “Métodos Ágiles” para definir a aquellos métodos alternativos a las metodologías tradicionales que en aquel entonces ya se consideraban como excesivamente pesadas y rígidas por su carácter normativo y fuerte dependencia de planificaciones detalladas previas al desarrollo.
Valoramos más a los individuos y su interacción que a los procesos y las herramientas.
Valoramos más el software que funciona que la documentación exhaustiva.
Valoramos más la colaboración con el cliente que la negociación contractual.
Valoramos más la respuesta al cambio que el seguimiento de un plan.
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