Han habido muchas noticias sobre la volatilidad de esta moneda y la polémica alrededor de algunos usos ilícitos, entre otras. Lo que esta menos claro es como utilizar Bitcoin y Blockchain. En este artículo, explicaré cómo utilizar estas tecnologías hoy en día y ofreceré una perspectiva propia (y subjetiva), sobre el contexto bajo el cual podemos hipnotizar sobre cómo posiblemente estaremos aprovechando éstas herramientas en el futuro.
La mejor manera de entender a Bitcoin y Blockchain, en mi opinión, es, primero, comprendiendo el problema que solucionan. El problema específico que soluciona Bitcoin es el de crear una moneda virtual que funcione como medio de intercambio entre dos actores (pueden ser personas o entidades) pero sin requerir a un tercero (Ej., banco) para completar la transacción. Primero, Bitcoin logra verificar las identidades de las entidades y los parámetros de la transacción, como el monto, a través de unas firmas y cifradas digitales verificadas por una red de nodos avanzados. Dichos nodos funcionan a través de un sistema de incentivos que permite operar dicha red de una forma distribuida sin un ente centralizado más o menos análogo a cómo corre el Internet, una red de comunicación de datos (versus una red que administra una moneda virtual en el caso de Bitcoin).
Como sabemos, para administrar transacciones entre entes y personas, un banco normalmente utiliza divisas. Reemplazar dicha moneda por una moneda virtual, como Bitcoin, todavía deja el problema de cómo llevar la contabilidad de dichas transacciones. Para reemplazar a los bancos, los cuales manejan dicha contabilidad de una forma centralizada, y llevar dicha contabilidad de una forma distribuida, Bitcoin hace uso de una tecnología llamada Blockchain lo cual funciona como una especie de base de datos distribuida. La innovación está en, de nuevo, utilizando cifrados y firmas digitales, no requerir la intervención de un ente o una persona (administrador de base de datos) para llevar la contabilidad de las transacciones de Bitcoin.
Aunque hay otras monedas virtuales, como Ethereum, que hacen uso de sus propios Blockchains, Bitcoin ha sido la moneda que ha logrado más volumen y valorización en los últimos años. Así como Facebook, Snapchat, Twitter y YouTube nos proveen el poder de una canal de television u otro medio de comunicación en nuestro bolsillo (con nuestros teléfonos inteligentes), Bitcoin y Blockchain nos ofrece la funcionalidad de un banco (por lo menos en cuanto a ejecutar transacciones) en nuestro bolsillo. Todavía estamos tratando de comprender la implicación de este nuevo poder.
Nosotros como usuarios podemos comprar y vender Bitcoins a través de bolsas de divisas (Ej., conversión entre solares y Bitcoin) llamados “exchanges.” Nuestros Bitcoins son almacenados dentro de billeteras digitales los cuales pueden terminar en una dirección electronica (online) o en un dispositivo físico (memoria USB). Empresas como Xapo han construido algunas billeteras alojadas en direcciones electrónicas con una mira a ser menos sucesibles a penetraciones por parte de actores no autorizados ya que algunos usuarios han perdido sus Bitcoins no por una falla en al moneda propia sino por una falta de defensas apropiadas por las empresas que almacenan dichas monedas.
Aunque he hablado de divisas, mi opinión es que Bitcoin se parece más a un activo como el oro ya que es un activo donde el número de unidades es finito. Desde el comienzo, se predeterminó que solo habrán 22 millones de Bitcoins en existencia y ya se han distribuido la mitad de estos. Sin embargo, la compra venta por parte de personas de un activo escaso es solo un uso de Bitcoin y, posiblemente, no será el uso mas predominante hacia el futuro. Adicionalmente, el Blockchain tiene aplicaciones diversas mas allá de llevar la contabilidad para transacciones Bitcoin ya que también se pueden registrar todo tipo de propiedad (Ej., finca raíz, acciones de empresas, productos de lujo, etc.) reemplazando, en el proceso, a entes centralizados como notarios y bolsas de valores.
Bitcoin fue creado, en parte, para complementar las otras tecnologías de Internet en agilizar la acelerada adopción de nuevas herramientas digitales dentro de nuestras vidas y dentro del mundo de los negocios. Hoy en día, se ha agilizado el proceso de descubrimiento e investigación de productos y servicios en la red. Sin embargo, es notorio cómo el proceso de la compra, que requiere una serie de actores intermediarios (Ej., bancos, tarjetas de crédito, etc.) requiere una serie de pasos manuales que crea fricciones que pueden entorpecer el proceso completo.
Aunque esta situación ha sido manejable hasta ahora, es importante tener presente el hecho que el mundo de mañana sera impactantemente diferente al mundo de hoy ya que la tecnología no solo avanza sino que su avance se está acelerando. No es necesario entender los detalles de las nuevas tecnologías que vienen sino el hecho que varias de estas están llegando a un punto de maduración tal que, juntas, podrán abrir la puerta a un mundo que funciona notablemente distinto al mundo que conocemos hoy en día. Algunas de estas tecnologías que ya están creando impacto por separado pero prometen crear cambios aún más grandes de forma conjunta son la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas, Realidad Virtual, Vehículos Autónomos y los llamados Chatbots, entre otros.
En un mundo más y más automatiazado, inteligente y conectado, Bitcoin y Blockchain podrán servir como una tecnología base para asegurar que las transacciones fluyan ágilmente. En dicho mundo, es posible que estemos haciendo uso de dichas tecnologías sin saberlo ya que pertenecen a un grupo de tecnologías que hacen posible este nuevo mundo. Por esto, aunque Bitcoin y Blockchain nos ofrecen una nueva moneda virtual para transaccionar valor eficientemente y una tecnología que nos permite llevar libros de contabilidad sin la necesidad de entes centralizados, es importante entender que su impacto verdadero se sentirá dentro del contexto de una serie de herramientas que prometen transformar nuestras vidas a un paso más acelerado que antes.
Alan Colmenares has worked for a number startups in Silicon Valley and, now, in Latin America. Currently, he is Advisor and Executive VP at Tappsi, the leading Colombian taxi-hailing startup, where he leads a number of initiatives including strategic planning and mobile payments. He was the first startup ecosystem builder in Colombia. Graduates of the idea incubator he runs (Founder Institute) have gone on to achieve impressive growth rates and over $3M in funding (in aggregate) within this nascent ecosystem. Alan is an award-winning Director of the Founder Institute and, on occasion, contributes articles to VentureBeat and The New York Times as well as to his own blog, TropicalGringo.com
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